En este artículo los autores exponen un argumento a las futuras direcciones de formación docente, basados en una inminente reconceptualización de la enseñanza. Esta implica la necesidad de derribar la división que históricamente ha existido entre cursos vinculados con conocimientos disciplinares y aquellos cursos asociados a metodologías prácticas. Asimismo, la división entre los cursos de la universidad y el trabajo práctico en las escuelas.
Proponen, por lo tanto, que la formación docente debiese organizarse en torno a un conjunto básico de prácticas en las que el conocimiento, las habilidades y la identidad profesional se desarrollen en el proceso de aprender la práctica durante la educación profesional. En este sentido, alejarse del curriculum enfocado en lo que los profesores necesitan saber hacia un curriculum organizado en torno a prácticas centrales de alto impacto, las que se caracterizan por ser prácticas que:
- ocurren con alta frecuencia en la enseñanza;
- los novatos pueden implementar en aula en distintas materias o enfoques curriculares;
- los novatos pueden realmente comenzar a dominar;
- permitan que los novatos puedan aprendan más de sus estudiantes y de la enseñanza;
- preservan la integridad y complejidad de la enseñanza; y
- se basan en investigaciones y que tienen el potencial de mejorar el logro académico de los estudiantes.
Lo anterior supone que los formadores de docentes integren en sus clases universitarias metodologías que impliquen role-playing, a la vez de mantener prácticas directas en escuelas.
Este artículo se recomienda, ya que la reconceptualización de la enseñanza que propone, constituye la base de la Misión de la Facultad de Educación, así como el Modelo de Formación Práctica de la misma.
Grossman, P., Hammerness, K., & McDonald, M. (2009). Redefining teaching, re‐imagining teacher education, Teachers and Teaching, 15(2), 273-289.