La radiografía profundiza en la formación, movilidad y deserción, con el objetivo de identificar dónde trabajan, su movilidad laboral y los desafíos que enfrentan en el sistema educativo.

La Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo publicó recientemente el informe “Radiografía de las Educadoras de Párvulos en Chile: formación, movilidad y deserción”, en el que a través de diversos indicadores, se analiza quiénes son, dónde trabajan, sus condiciones laborales y los desafíos que enfrentan en el sistema educativo, las educadoras de párvulos en Chile.

“Este análisis es relevante para comprender las dinámicas que afectan la estabilidad y la calidad de la educación parvularia en el país”, explica la directora de Pedagogía en Educación de Párvulos de la UDD, Josefina Valdivia, y destaca que la información reunida nos permitirá “desarrollar y proponer estrategias que mejoren la retención y satisfacción laboral de quienes estudian y ejercen esta profesión”.

El informe revela que en Chile hay 23.817 educadoras de párvulos, de las cuales el 99,8% son mujeres. Del total, un 75,7% hace clases en educación inicial; un 7,5% en educación básica; y un 9,4% no se desempeña en aula.

En relación a la rotación laboral, el informe revela que entre 2018 y 2023, anualmente y en promedio se cambian 1.276 educadoras de párvulos de un colegio a otro. “La rotación laboral es una preocupación creciente. La mayor movilidad se observa en establecimientos municipales, donde podríamos inferir que la decisión pasa por mejores oportunidades en otros establecimientos”, comenta el vicedecano de la Facultad de Educación UDD, Mauricio Bravo.

Sin embargo, del total de educadoras que se trasladan de centro educativo entre 2022 y 2023, la mayoría lo hace a uno de la misma dependencia administrativa, como por ejemplo en el sector municipal, se observa una rotación entre escuelas municipales de 92%. De igual manera, al analizar el total de educadoras de párvulos de la Región Metropolitana que se cambian de un colegio a otro, el 51% lo hace a un centro educativo ubicado en una comuna de menor vulnerabilidad social. En este contexto, el vicedecano enfatiza que “este patrón sugiere que las condiciones socioeconómicas del entorno influyen en la elección de los lugares de trabajo, afectando la distribución efectiva de las educadoras de párvulos”.

Sobre la deserción, entre el 2018 y 2023, 6.013 educadoras de párvulo que realizaban clases en este nivel, han desertado del sistema educativo. Sobre este punto, el vicedecano considera que “la deserción laboral es un problema significativo en el sector de educación parvularia. Este análisis define la deserción como el abandono por tres años o más del sistema educativo, lo que disminuye las probabilidades de reintegro y afecta la continuidad de los procesos de enseñanza–aprendizaje”.

“Debemos ser capaces de implementar medidas que fortalezcan el apoyo a las educadoras de párvulos, mejoren sus condiciones de trabajo y proporcionen oportunidades de desarrollo profesional para asegurar una educación inicial de calidad en nuestro país”, concluye el vicedecano.

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