Karla Belén Raipan Ferrada
Alumni Magíster en Innovación Curricular y Evaluación Educativa
¿Dónde trabajas actualmente y desde hace cuánto tiempo?
Desde inicios de 2025 me desempeño de forma independiente como Asesora de Proyectos Educativos y consultora en innovación curricular, evaluación y mejora continua. Acompaño a instituciones educativas en la instalación de capacidades y en el uso de evidencia para la toma de decisiones.
¿Cómo describirías tu trabajo?
Conduzco proyectos de mejora de principio a fin: diagnóstico, co-diseño curricular, desarrollo e implementación de instrumentos e indicadores, formación y acompañamiento docente, y evaluación de resultados. Coordino equipos interdisciplinarios y redes profesionales, traduzco datos en decisiones pedagógicas accionables y sistematizo aprendizajes para su escalamiento.
¿De qué manera la formación que recibiste en la UDD te ayudó a obtener este trabajo y desempeñarte en él?
El Magíster en Innovación Curricular y Evaluación Educativa consolidó mi enfoque de mejora continua basada en evidencia. Los cursos de evaluación, diseño curricular y gestión educativa me entregaron herramientas para diseñar instrumentos válidos y útiles, analizar resultados con rigor y liderar procesos de implementación en contextos reales. Los sellos UDD -liderazgo, ética y responsabilidad pública- han guiado mi trabajo territorial y colaborativo con las comunidades educativas.
¿Dónde te imaginas en tu desarrollo profesional dentro de 5 años?
Me proyecto profundizando en la evaluación educativa mediante un doctorado orientado al análisis, diseño y validación de instrumentos de medición pedagógica para contribuir al mejoramiento sistémico de las instituciones educativas y a la toma de decisiones informadas en la educación pública chilena.
¿Qué consejo le darías hoy a los estudiantes para proyectar mejor su futuro laboral?
Les recomiendo que construyan un portafolio aplicado (instrumentos, rúbricas, secuencias didácticas, informes). También que hagan de los datos un hábito: medir, analizar y decidir con claridad. Siempre es necesario desarrollar habilidades relacionales: escucha activa, co-construcción de iniciativas, comunicación efectiva, feedback y liderazgo al servicio de las personas; conectar la academia con el terreno, a través de proyectos de impacto real en instituciones educativas. Y finalmente, que cuiden la ética profesional: transparencia, resguardo de datos y foco en el bienestar de estudiantes y docentes.
