El vicedecano de Educación de la UDD critica que las políticas respondan más a ideologías que a evidencia, y propone priorizar la educación parvularia, mejorar asistencia escolar, fortalecer la inclusión y enfrentar la crisis de convivencia en los colegios.
En la quinta entrevista de esta serie tuve la oportunidad de conversar con Mauricio Bravo, actual Vicedecano de Educación en la Universidad del Desarrollo.
Cientista político de formación inicial, realizó un magíster en políticas públicas y, luego, un doctorado en educación superior.
Además de su función directiva, Bravo se dedica a la investigación y también ha participado en el Centro de Innovación en liderazgo educativo (CILED), liderado por su propia universidad. En el caso de esta entrevista, hubo un tema que antecedió a la identificación de factores clave para enfatizar en las políticas educativas.
Mauricio Bravo quiso ahondar en su diagnóstico de la realidad educativa nacional y sus factores explicativos.
Según su juicio, parte del problema se daríaen la distancia entre las visiones técnicas y las políticas respecto de lo que debe hacerse para mejorar el sistema educativo.“El sistema educativo chileno no es malo; a veces hacemos un diagnóstico muy pesimista y dejamos de ver que, a nivel comparado, somos uno de los mejores sistemas latinoamericanos, en términos de cobertura o de resultados educativos.
Entonces, si bien tenemos muchas debilidades y oportunidades de mejora, también tenemos fortalezas que han hecho que el sistema educativo chileno sea mirado a nivel regional como un referente”. “En ese contexto, las exigencias que tenemos hoy día son mucho más altas. Buscamos, primero que nuestros estudiantes aprendan bien, que alcancen un buen desarrollo socioemocional y que puedan contar con trayectorias educativas que les permita cumplir sus proyectos vitales. Y es en este ámbito, en materia de resultados educativos, creo que hoy día Chile está un poco estancado, no ha logrado seguir avanzando. Si bien avanzamos mucho en términos de cobertura, de asistencia escolar, de matrícula y, en algún momento, -en la primera década del 2000- en términos de resultados académicos, a partir del 2010, los resultados se empiezan a estancar y, en algunos casos, empiezan incluso a retroceder”.