Con presencia en Isla Quiriquina, la Araucanía y la Región de Coquimbo, esta experiencia formativa se consolida como un espacio clave para el desarrollo profesional docente.
Un total de 13 estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, pertenecientes a las carreras de Pedagogía en Educación de Párvulos, Pedagogía en Educación Básica y el Programa de Formación Pedagógica, comenzaron este segundo semestre una nueva versión de la Práctica Rural, instancia formativa que busca acercar a los futuros docentes a contextos educativos de alta diversidad y riqueza cultural.
Distribuidos en tres escuelas y un jardín infantil, los estudiantes se encuentran en distintas zonas del país, desde el norte hasta el sur. Seis de ellos están realizando su práctica en la Escuela San Francisco de Cunco Chico, ubicada en la comuna de Padre Las Casas, Región de La Araucanía. Uno se encuentra en la Escuela Carmela Carvajal de Prat, en la Isla Quiriquina, Región del Biobío. En la Región de Coquimbo, cuatro estudiantes están en la Escuela Punta de Choros y dos en el Jardín Infantil Las Gaviotas, ambos en la localidad de Punta de Choros.
“La práctica rural que actualmente están desarrollando algunos de nuestros estudiantes de pedagogía ofrece una experiencia formativa profunda y transformadora. Enfrentarse a realidades como las escuelas multigrado o unidocentes representa un enorme desafío pedagógico, pero también una oportunidad invaluable para desarrollar una mirada flexible, innovadora y profundamente conectada con las necesidades del entorno”, explica Alejandra Cáceres, directora de Formación Práctica de la Facultad de Educación UDD.
Desde los centros educativos también valoran la iniciativa. Daniela Cuevas, directora de la Escuela Carmela Carvajal de Prat de la Isla Quiriquina, señaló que “el inicio de la práctica rural de la estudiante Alessandra ha sido muy positivo. Ha mostrado una excelente disposición, respeto y muchas ganas de aprender. El formato de esta práctica nos parece una muy buena oportunidad para que los futuros profesionales vivan de cerca la realidad de una escuela rural, que es muy distinta pero también muy rica en aprendizajes”.
Por su parte, las estudiantes valoran la experiencia. Sofía Ahumada, de la carrera de Pedagogía en Educación Básica, quien se encuentra en la Escuela Punta de Choros, comentó: “Elegí este destino porque es una escuela multigrado con solo 30 alumnos. Es una experiencia única, muy fuera de lo tradicional, increíble”.
En la misma línea, su compañera Olivia Herceg destacó: “Escogí este lugar porque el entorno nos puede dar muchas herramientas para nuestra formación. Agradezco la oportunidad que nos entrega la Facultad”.
Sofía Constante concluye, destacando la relevancia del entorno: “Punta de Choros es una localidad costera donde la naturaleza, la cultura y la comunidad son parte esencial del aprendizaje. Gracias a esto, ha sido una experiencia transformadora, porque el entorno es parte del aula: el mar, los oficios locales, la fauna, todo se integra de forma significativa, y las niñas y niños aprenden desde su realidad, y eso da un sentido profundo a lo que viven”.