(…) Pese a que la mayoría de las escuelas cuenta con normativas que permiten el uso del celular en actividades pedagógicas, el estudio advierte que cerca del 75% reporta escasas experiencias que realmente promuevan el aprendizaje con estos dispositivos. También se constata una mirada ambigua hacia ciertas plataformas: mientras YouTube es valorado como recurso educativo, TikTok o Instagram generan más desconfianza por su relación con el ciberacoso.
Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación de la U. del Desarrollo, señala que, ‘cuando está mediado por el docente, el uso de celulares puede favorecer el aprendizaje. No obstante, regular implica normas claras, una supervisión efectiva y una planificación para evitar que sea un distractor’.