Señor director:
Los recientes resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES 2024) nos dejan una imagen preocupante de la competencia matemática en nuestros jóvenes. Si bien el puntaje medio de M1 alcanzó los 603, sugiriendo una competencia aceptable, el panorama en M2 es desalentador con un promedio de apenas 411. La mediana de los resultados, situándose en 576 para M1 y en preocupantes 381 para M2, revela que una gran parte de nuestros estudiantes sigue enfrentándose a importantes barreras académicas, sin una progresión significativa todavía.

Aunque más estudiantes se inscribieron y participaron en la Prueba M2, reflejando una mayor apreciación de su valor con un incremento en las inscripciones voluntarias del 23.5%, siendo especialmente notable entre mujeres (+27, estudiantes de establecimientos públicos (+28 y de enseñanza técnico-profesional (+33 los datos también muestran un desafío crítico: las brechas educativas persisten. Es especialmente alarmante que las brechas entre los estudiantes de colegios particulares pagados y públicos, así como las diferencias entre los de enseñanza técnico-profesional y científico-humanista, sigan siendo tan marcadas. Estos resultados deben ser un llamado de atención urgente para todos los involucrados en el sistema educativo.

El análisis de estos resultados no debe ser solo un ejercicio burocrático, sino el inicio de una transformación profunda en cómo abordamos la educación matemática en Chile. Es hora de admitir que las políticas actuales pueden estar fallando a un segmento significativo de nuestros jóvenes.

Pedro Vidal-Szabó
Investigador del Centro de Investigación para la Mejora de los Aprendizajes (CIMA) UDD