En el marco del día de la educación rural, es crucial resaltar la importancia de abordar prácticas docentes en estos contextos, correspondiente al 30% de los establecimientos del sistema escolar nacional y al 7% de los estudiantes del país.
Los desafíos a los que se enfrentan los docentes rurales (12% de los profesores del país) son notables. Entre ellos, la compleja conectividad geográfica de las escuelas, la falta de acceso a la tecnología y la evidente carencia de recursos pedagógicos pertinentes. Cabe destacar que el 33% de las escuelas rurales son unidocentes y el 78% multigrado, lo que implica adaptar prácticas pedagógicas a estudiantes de diferentes niveles de manera simultánea, atendiendo, a la vez, a la diversidad propia de cada estudiante.
De estas escuelas, 94% contempla índice de vulnerabilidad y 20% de los estudiantes pertenecen a comunidades indígenas, para los que muchas veces el currículum nacional queda descontextualizado.
Asimismo, se destaca una limitada formación docente especializada: el 80% de los profesores rurales no ha recibido formación para abordar las particularidades de la educación en dicho contexto.
Estas circunstancias hacen aún más compleja la labor docente en entornos rurales.
Es esencial promover mayor flexibilidad para que los docentes rurales puedan adaptar el currículum nacional a las particularidades de su escuela, incorporando la cultura local de manera que los contenidos resulten significativos para su comunidad.
Asimismo, es preocupante que, a pesar de la evidente necesidad de los docentes rurales por recibir formación especializada, la mayoría carezca de acceso a estas oportunidades desde su formación inicial y continua. Hago un llamado a las universidades a incorporar en sus programas de estudios prácticas docentes efectivas en contextos de ruralidad y a los generadores de políticas públicas a dar lineamientos claros para la formación inicial docente respecto a esto.
María Luisa Salazar
Directora de Formación Práctica
Facultad de Educación UDD