En distintas ciudades ayer se realizaron marchas, en el marco del criticado “Paro Nacional Docente”, que el Colegio de Profesores convocó como medida de presión al Ministerio de Educación (Mineduc), debido a “la nula respuesta de parte de la autoridad a nuestras legítimas demandas”, según indicó el presidente del gremio, Carlos Díaz.
Entre otros puntos, el magisterio pide el pago de la denominada deuda histórica y cambios al sistema de evaluación.
Los dirigentes catalogaron el día como “histórico”: afirmaron que adhirió el 90% de los 110 mil docentes del sistema público, mientras que la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, la cifró en el 35% del total del profesorado de recintos que cuentan con apoyo estatal (cerca de 220 mil docentes), considerando así a los de particulares subvencionados.
Díaz planteó que “estamos en una segunda etapa de diálogo. No podemos continuar en la lógica de dialogar como lo hemos venido haciendo: un año y cuatro meses dialogando con el Gobierno, y solo recibiendo evasivas o respuestas que no van en la línea de lo que estábamos pidiendo”. El Mineduc recibirá esta tarde a la directiva del Colegio de Profesores, y Díaz anticipa que “el ministerio debe sentarse a la mesa en la perspectiva de tener respuestas concretas, con fechas claras, perentorias, y, por supuesto, con cumplimientos efectivos”.
Ayer, el titular de la cartera, Marco Antonio Ávila, enfatizó que “sí tenemos un compromiso con el profesorado”, y lamentó que los estudiantes “puedan tener pérdida de clases, en el contexto en que estamos, luego del impacto que ha tenido la pandemia, que además ha impactado más fuertemente” a los alumnos “de contextos más vulnerables”.
Preocupación
La paralización de actividades convocada por el Colegio de Profesores, que prevé repetir la medida el 2 y 3 de agosto, va en detrimento de la recuperación de aprendizajes, en el año de la “reactivación educativa”. Esta inquietud queda reflejada en una encuesta de Panel Ciudadano de la Facultad de Educación de la U. del Desarrollo (UDD), que fue aplicada a 993 personas de 212 comunas del país entre el sábado y domingo (22 de julio y 23 de julio), mediante WhatsApp y mensajes de texto.
La medición muestra la percepción sobre el paro docente: un 41% cree que su principal efecto será el “aumento de brechas en la recuperación de aprendizajes”, mientras que un 26% apunta a “menores rendimientos escolares”.
Además, un 7% cree que la movilización provocará que las familias se cambien a otros establecimientos (que no pierden clases), y un 6% plantea que aumentará la deserción. El 18% considera que la movilización “no causará ningún efecto”.
Con todo, quienes apuntan a un impacto negativo de la paralización (aumento de brechas, menores rendimientos y aumento de la deserción) alcanzan el 73% de los encuestados.
Por otro lado, el sondeo también refleja la importancia que les otorgan los apoderados a la calidad de los profesores si tuvieran que elegir un colegio para sus hijos: un 39% considera que es el “factor más relevante”.
Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación UDD, señala que dicha proporción “tiene que ver con la relevancia que tienen los profesores para recuperar los aprendizajes pospandemia”.
En esa línea, el académico cuestiona: “¿Será oportuno hacer un paro bajo este gran problema que estamos viviendo? Es injusto con los sectores más vulnerables, porque el llamado del Colegio de Profesores es especialmente a los municipales”.
Demandas
Hay varias críticas al gremio docente por la pertinencia de este paro.
El presidente de la Corporación de Colegios Particulares (Conacep), Hernán Herrera, considera que “es una vergüenza que cuando todo el país está haciendo un gran esfuerzo por la reactivación, el Colegio de Profesores siga con su cuento, que no se entiende ni justifica”.
Por su parte, María Paz Arzola, coordinadora del Programa Social de LyD, afirma que “no hay ninguna demanda del gremio que justifique paralizar las clases, especialmente en este momento”, y plantea que, además del impacto de la emergencia sanitaria, probablemente también “es posible que haya cumplido un rol la pérdida de clases debido al paro docente de junio de 2019, que fue el más prolongado en décadas”.