Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación UDD, conversó con El Mercurio sobre los resultados de su estudio que demuestra la relación entre los resultados del Simce y la cantidad de clases presenciales que tuvieron los colegios durante la época de pandemia, segmentado por dependencia y nivel socioeconómico.
Un “alarmante” retroceso en los aprendizajes de escolares, sobre todo en Matemática, fue lo que develó el Simce 2022 tras su aplicación en los 4° básico y 2° medio del país.
Junto al impacto en los desempeños que provocó la interrupción de clases por pandemia, las pruebas también mostraron una gran brecha si se compara por tipo de establecimiento. Así lo evidencia, por ejemplo, un análisis de los académicos Mauricio Bravo e Isaac Fierro, de la Facultad de Educación y Ciled de la U. del Desarrollo (UDD), que segmentó los resultados por las distintas dependencias.
Considerando los 2° medio, el mejor establecimiento municipal tuvo un promedio de 337 puntos en las pruebas (Liceo Augusto D»Halmar) y el mejor subvencionado se acercó bastante, con 331 puntos (San Sebastián, de Ancud). En tanto, el mejor puntaje obtenido por un liceo que depende de un Servicio Local de Educación Pública (SLEP) fue de 285,5, más de 50 puntos bajo el municipal.
Estos liceos son los “desmunicipalizados”, en línea con la ley promulgada en 2017, que fueron traspasados desde una administración municipal a una de un servicio estatal que gestiona varios establecimientos.