M. Josefina Santa Cruz
Decano Facultad de Educación UDD
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Las nuevas bases curriculares para terceros y cuartos medios dan un paso importante en términos de flexibilidad, situando a los estudiantes en un espacio de toma de decisiones que a algunos les podría parecer un paso atrás.
Este nuevo plan de estudios obliga a los colegios a ofrecer seis cursos electivos dentro de una paleta de 27 posibilidades, lo que implica mayor flexibilidad para los alumnos quienes eligen tres cursos cada año. Esto les permite decidir en base a sus propios intereses, un relevante y deseable ejercicio de autonomía que no solo contribuirá a la toma de decisiones respecto de su futuro, sino también a la formación de individuos responsables y capaces de asumir las consecuencias de sus elecciones.
Por otra parte, la posibilidad de optar atiende a la diversidad de estudiantes: al menos por dos años, no todos aprenden exactamente lo mismo.
Algunos académicos expertos en currículum han argumentado que estos años de flexibilidad atentarían contra la cohesión social, que se consigue mejor cuando todos los jóvenes de una nación aprenden lo mismo, compartiendo unos saberes que les darían pertenencia a una cultura común. No hay que olvidar, sin embargo, que las nuevas bases, por primera vez, igualan el plan común de los colegios técnicos profesionales (cerca del 40% de la matrícula), con los científico-humanista, por lo que más niños y jóvenes van a compartir lo que aprenden. Recordemos, además, que en nuestro país el currículum es obligatorio desde primero básico hasta segundo medio, suficiente tiempo para que éste se constituya en un vehículo de cohesión social.
Por último, es motivo de celebración saber que esta propuesta se alinea con el plan que han establecido otros países cuyos sistemas educativos admiramos. En sus últimos dos años de colegio, los escolares finlandeses, por ejemplo, tienen la posibilidad de diseñar un plan de estudios completamente personalizado, con el fin de profundizar en sus intereses. Probablemente, nuestro sistema no está preparado aún para tanta autonomía, pero este proyecto es un primer paso acorde con la realidad nacional y atento también a la tendencia mundial en materia de educación.
La autonomía que este ofrecerá a nuestros estudiantes es suficiente para entusiasmarlos a explorar sus intereses, mas no demasiada para abrumar a quienes apenas han pensado en su futuro. La flexibilidad de esta nueva propuesta curricular, es sin duda, un paso adelante.