El pasado 8, 9 y 10 de junio, se realizó el Congreso Nacional de Educación Anual de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), en el que se abordó el tema “El sentido de la Educación en Chile en el siglo XXI”.
Este encuentro se realizó en el Hotel O’Higgins de Viña del Mar y contó con la presencia de más de 500 profesores, quienes pudieron disfrutar de las intervenciones de importantes invitados, como José Joaquín Brunner, el pensador Antonio Bentué, la Jefa de la UCM Alejandra Arratia y los pre candidatos presidenciales.
Maritza Rivera, directora del Magíster de Psicopedagogía de la UDD, quien estuvo durante la primera jornada en un panel con Víctor Molina– Doctor en Filosofía, de la Universidad de Birmingham-, conversando del tema “La inclusión y su instrumento curricular: Diseño Universal del Aprendizaje” nos explicó que en esta instancia revisaron temáticas como los indicadores para que una sala de clases sea un ambiente de aprendizaje; los aspectos de la metacognición antes, durante y después de la clase; pero principalmente nos explica: “Yo abordé esta invitación con una ambición importante de entregar herramientas a los profesores, es decir, no solamente hablar del Decreto 83, sino que mostré herramientas que se pueden implementar en la sala de clases y que hacen más eficiente la labor de un profesor en atención a la diversidad… Mostré la herramienta de la construcción del Mapa de Aula, que es básicamente un croquis que hace un profesor de la distribución que tiene de sus alumnos, en que se muestra cómo los sentó, y sus propios desplazamientos dentro de la sala de clases, incluyendo también cuáles son sus interacciones más frecuentes con los niños. Lo interesante es que este Mapa de Aula se convierte en un instrumento de autoevaluación para el profesor, donde la mayoría se sorprende de ver que tiene a niños ‘invisibles’ en la sala de clases”.
Para Maritza Rivera es muy importante participar de actividades como ésta, ya que es “hacer una contribución a la atención de la diversidad en el aula a través de herramientas concretas que los profesores no disponen…es compartir prácticas pedagógicas para la inclusión que he venido diseñando e implementando hace muchos años y que sé que son eficientes. Es abrir la producción de conocimiento que tenemos hacia el mundo local educativo”, puntualiza.