La Carrera Pedagogía en Educación de Párvulos tiene un modelo curricular mixto, es decir, asignaturas que persiguen objetivos de aprendizaje y otras que buscan el desarrollo de competencias. Entre estas últimas se encuentran los cursos sellos UDD y el área de prácticas. Sin embargo, la forma en la que está estructurada la malla curricular, no permite que ambas dimensiones se articulen. La existencia de una tensión entre el corpus teórico entregado en las asignaturas por objetivos y su real aplicación en la práctica, es un problema latente cuya principal causa es que no hay una integración intencionada entre ambas líneas.
Si bien el primer semestre del año 2014 se realizó un primer intento de articulación entre las líneas de Psicología y Práctica, resultando una instancia exitosa y valorada por sus participantes, esto no se ha realizado a nivel transversal de la carrera.
Es por esto que nos hemos propuesto desarrollar un proyecto de innovación metodológica -PIM- que dice relación con la integración entre la Práctica III “El Cuento, el Juego y los Afectos” con el curso “Literatura Infantil”, ambos impartidos el tercer semestre de la malla, y que está a cargo de las docentes de cada curso, María Luisa Salazar (Coordinadora de Prácticas) y Rocío Vélez (Coordinadora Programas de Innovaciones Metodológicas y Tecnologías para el Aprendizaje) junto al Coordinador de la Línea de Lenguaje, Claudio Pizarro.
Uno de los antecedentes relevantes para desarrollar la iniciativa PIM fueron los resultados en la evaluación de las encuestas docentes de ambos cursos. Al año 2015 dichas asignaturas se han impartido en tres oportunidades, y la evidencia muestra que existe una gran brecha entre los porcentajes de aprobación de las estudiantes en cada uno de ellos. El promedio del curso teórico “Literatura Infantil” ha obtenido un 90% de aprobación, mientras que el curso práctico “El cuento, el Juego y los Afectos” ha alcanzado un promedio de tan solo un 67%, lo que permite demostrar que ambos cursos no se relacionan ni potencian entre sí.
Otro antecedente importante en la línea del proyecto, fueron los lineamientos propuestos bajo el nuevo decanato, vigente desde 2014, que ha puesto un foco en las acciones de la Facultad denominado “Prácticas Pedagógicas con Altos Estándares”. Esta iniciativa pretende situar la línea de práctica en el centro de la acción, enfrentando a las estudiantes a un campo clínico real en donde puedan poner en práctica el corpus teórico visto en las diferentes áreas de la malla curricular.
Tomando en consideración estos antecedentes, el proyecto PIM pretende entregar herramientas a las estudiantes que les permitan utilizar el cuento para lograr aprendizajes de calidad en los niños y niñas de su práctica y en sus futuros contextos profesionales. El proyecto se caracteriza por el diseño conjunto de la planificación de ambos cursos, considerando actividades metodológicas y evaluaciones articuladas, entre las cuales se encuentran estrategias como el cuenta cuentos, dramatizaciones y kamishibai; la selección y búsqueda de obras acordes al nivel de enseñanza; el diseño de planificaciones y aplicación de experiencias de aprendizaje con textos literarios, con el fin de fomentar el gusto por la literatura y utilizarlos como recurso pedagógico para generar nuevos aprendizajes.
El proyecto contempla también la evaluación de las estudiantes involucradas a comienzos y término de los cursos con el propósito de identificar las fortalezas y debilidades que tienen para enfrentar la vinculación entre teoría y práctica; lo que se suma al acompañamiento y apoyo constante de una ayudante para ambos cursos, Daniela Castillo (egresada de la carrera), de modo de tener un mismo agente en cada una de las cátedras para dar mayor continuidad e integrar de mejor manera los contenidos.
La relevancia de este proyecto se enmarca en los requerimientos del Ministerio de Educación para la carrera de Educación Parvularia en relación al uso de los libros. El Mineduc señala que: “La lectura de cuentos, es uno de los momentos más intensos que puede darse en la escuela, puesto que constituye la mejor estrategia para favorecer la imaginación de los niños” (2008, p.25). Desde esta perspectiva, se señala:
Cuando la educadora lee libros u otros materiales impresos a los niños y niñas, los enfrenta permanentemente al desafío de construir significados de textos complejos. Esta actitud es gradualmente interiorizada por el niño, como comportamiento activo frente a la lectura; sin embargo, lo contrario ocurre cuando los textos son precarios o faltos de sentidos complejos e interesantes: en este caso, los niños y niñas adquieren comportamientos pasivos y encuentran gradualmente mayores dificultades para inferir y anticipar el contenido del texto (Mineduc, 2008, p.14)
No solo es necesario que la formación de las educadoras de párvulos tenga un importante foco en la formación literaria, sino que además el material de trabajo debe cumplir con el requisito de generar un impacto real en el aprendizaje de la primera infancia.
A lo anterior se suma la evidencia de que los profesionales de la educación se enfrentan a grandes dificultades cuando tienen que llevar a la práctica lo aprendido en su formación inicial docente, tema que ha sido suficientemente estudiado por la literatura (Darling-Hammond y Bransford, 2005; Correa, 2011), y que pone de relieve una pregunta central para cualquier unidad formadora de docentes:
“¿Qué habilidades necesitan los profesores para procurar experiencias de aprendizaje productivas para un grupo diverso de estudiantes, ofreciendo opiniones informativas acerca de las ideas de los estudiantes y evaluando de modo crítico las propias prácticas docentes para mejorarlas?” (c.p. Ingvarson. 2013, p.36)
Esta pregunta nos lleva a cuestionarnos cuántas posibilidades reales entregamos a las estudiantes en su proceso formativo para poner en práctica el saber teórico, pues sabemos que no basta solo con tener las horas asignadas a la práctica, sino que es necesario generar una estructura institucional capaz de articularlas, como señala el académico Enrique Correa:
Un programa de formación profesional que se precie de tal debe no solamente considerar la articulación de los distintos saberes académicos (disciplinarios, didácticos, pedagógicos, empíricos, etc.) sino también la organización de los espacios necesarios para la movilización de esos saberes o recursos, para la manifestación de competencias profesionales. (Correa, 2011, p.83)
Lo planteado por Correa implica, por una parte, que las prácticas cuenten con un soporte organizativo claro y metas definidas, para que efectivamente los estudiantes puedas movilizar sus competencias en pos de la tarea compleja que es educar; y por otra, que se generen reflexiones sobre ese quehacer y buscar mejoras continuas. “Movilizar los saberes formales del aula a las situaciones reales del ejercicio profesional y concientizar al estudiante de esta movilización” (Correa. 2011, p.79), es el gran desafío.
Con todo lo anteriormente señalado, se busca relevar el valor de la realización del Proyecto de Innovación Metodológica Articulación teórico-práctica entre los cursos “Literatura Infantil” y Práctica III “El Cuento, el Juego y los Afectos”, y los resultados que se espera obtener.
Entre estos están el poder contribuir al aprendizaje de nuestras 34 estudiantes permitiéndoles apropiarse de los contenidos teóricos y movilizarlos hacia una aplicación práctica; así como dotarlas de herramientas que les permitan utilizar textos narrativos literarios, en especial el cuento, como un instrumento pedagógico para poder co-construir aprendizajes de calidad en los niños y niñas, tanto en contextos de práctica formativa, como profesional.
Asimismo, se busca contribuir a la concreción de un modelo mixto de la malla de la carrera, haciendo frente a la necesidad de integrar sus cursos con el objetivo de que la formación inicial docente contribuya a la formación práctica, y viceversa. En esta misma línea, se espera aportar en la formación continua de los docentes e impactar en diferentes cursos de la malla haciendo extensivo este proyecto de innovación metodológica y así poder disminuir, de manera transversal, la brecha entre los porcentajes de aprobación de los cursos teóricos y prácticos de la carrera.
María Luisa Salazar Preece
Coordinadora de Prácticas
Pedagogía en Educación de Párvulos
[email protected]
Referencias Bibliográficas:
Correa, E. (2011). La práctica docente: una oportunidad de desarrollo profesional. Revista Perspectiva Educacional, Vol 50, N° 2.
Ingvarson, L. (2013). Estándares de egreso y certificación inicial docente: la experiencia internacional calidad en la educación. N° 38, julio 2013
Mineduc (2012). Estándares orientadores para carreras de Educación Parvularia. Santiago
Mineduc (2008). Libros y más libros al alcance de la mano; entrar al mundo de la cultura escrita. Santiago.