El lunes 01 de junio, fue el día escogido para despedir a las alumnas de las generaciones 2010 y 2011 de Pedagogía en Educación Básica.

Con mucha emoción y alegría, la Universidad, encabezada por el Vicerrector de Pregrado, Juan Eduardo Vargas, y la Facultad de Educación, dirigida por la Decana M. Josefina Santa Cruz y la Directora de Carrera Trinidad Ríos, dieron el último adiós a un nuevo grupo de profesoras.

Dentro de este acto ceremonial, la Decana de la Facultad se despidió de las alumnas con un gran desafío, relacionado con la profunda vocación del ser docente, estableciendo que “cuando se pierde la confianza en los referentes de una sociedad, se pierde finalmente el sentido.  […] El sentido da cobijo, un lugar donde vale la pena estar, aquello por lo que quiero trabajar y esforzarme. Nosotros como profesores de ustedes aquí en la universidad, tenemos que ser fuente de sentido y ustedes entenderse como portadores de sentido para sus estudiantes. Tenemos que poder dar respuesta a la pregunta de para qué estoy en esta sala, para qué y por qué estoy estudiando esto, qué sentido tiene confiar, esforzarse, esperar, reflexionar, respetar, servir, acompañar, cumplir, decir la verdad”.

Luego de este discurso, se entregó el diploma a las tituladas y posteriormente se otorgó un reconocimiento a las alumnas que se destacaron durante todo su periodo académico. De la generación 2010 se destacó a Melisa Lyon (Profesora de Educación Básica con mención en Matemática), mientras que en la generación 2011, el reconocimiento fue para M. Consuelo Momberg (Profesora de Educación Básica), cuyo padre asistió en su representación.

Al finalizar esta ceremonia, algunas de las egresadas compartieron parte de su experiencia como estudiantes de la Universidad del Desarrollo. Bernardita Debesa –profesora de Educación Básica con mención en inglés- menciona “al mirar hacia atrás, se recuerdan los desafíos que tuvimos durante la carrera y sus momentos claves. Al llegar al escenario y recibir el título profesional, pone fin a 5 años de entrega, aprendizajes y enseñanzas que quedarán con nosotras cada vez que crucemos la puerta de una sala de clases. Una lección de todo este periodo es que todo sucede por un motivo, que el sacrificio personal siempre trae frutos y que el aprender nos ayudará a enseñar de mejor forma”. Por otra parte, Magdalena Menichetti –profesora de Educación Básica con mención en Matemática- da énfasis en esta idea indicando que “al fin voy a poder ejercer la carrera que elegí para mi vida: una profesión que forma personas, que entrega herramientas para que sean un aporte positivo a nuestra sociedad. ¡Tenemos una gran responsabilidad! Me siento muy orgullosa de mis compañeras y de mí, ya que veo el compromiso y pasión que cada una tiene por esta profesión, con la responsabilidad pública, ética y liderazgo, sellos que tanto nos inculcó la UDD”.