Hace ya casi un mes que comenzaron las Prácticas Pedagógicas de las estudiantes de primer a cuarto año de la carrera de Pedagogía en Educación de Párvulos. Este semestre estamos implementando cuatro prácticas, cada una con un foco específico, con el fin de lograr desarrollar diferentes competencias en nuestras estudiantes.
La Práctica VI, Liderazgo en el Aula, enfocada para alumnas de 4° año, tiene como principal objetivo generar en las alumnas una mayor autonomía en el trabajo pedagógico en aula, considerando que las educadoras constituyen un modelo de liderazgo para la implementación y análisis de los diferentes componentes del currículo.
En relación al marco de la reflexión y actualización de los programas, se le asignó un nuevo sentido a esta práctica, para lograr que las estudiantes se acerquen a distintas realidades socio-educativas, a medida que avanzan en términos de Responsabilidad Pública. Para alcanzar este objetivo, nos enfocamos en Centros Educativos de las Fundaciones Astoreca y Belén Educa, específicamente en las Escuelas San Juan, San José, Juan Luis Undurraga y Arzobispo Crescente Errázuriz, logrando que las estudiantes se inserten en contextos de alta vulnerabilidad, pero que a la vez sean establecimientos de excelencia, los cuales entregan una visión de buenos modelos pedagógicos para nuestras estudiantes en formación.
El equipo académico involucrado en este nuevo planteamiento considera que uno de los beneficios de este cambio es que potencia en las alumnas su compromiso con el servicio público, y a la vez, logran desarrollar capacidades de análisis y de reflexión sobre el contexto educativo nacional, generando conciencia sobre el rol que cumplen en la sociedad como profesionales, y los aportes que podrán entregar como futuras Educadoras UDD.
Bienvenida García, alumna de intercambio de España, es un ejemplo de los alcances que genera esta práctica, manifestado su interés y compromiso hacia la realidad chilena: “realizar las prácticas aquí en Chile es una experiencia sumamente enriquecedora, porque puedo ver un sistema educativo diferente, más aún en un contexto de vulnerabilidad, donde el centro escolar está bien organizado y dispone de los recursos necesarios para que los alumnos puedan desarrollarse de forma plena, lo que me permite analizarlo y compararlo con el de mi país. En definitiva, estoy agradecida de poder realizar las prácticas en este centro (Arzobispo Crescente Errázuriz)”.