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El Mercurio | Mauricio Bravo comenta el alto número de escolares que han perdido clases por paros en lo que va del año

A poco más de dos meses del inicio del año escolar, se han desarrollado paros, movilizaciones y suspensiones de clases en distintas regiones del país, algo que arrastra consigo casos de preocupación y frustración de estudiantes y sus familias. Una de ellas involucra a los alumnos del Liceo Valentín Letelier de Linares, en donde han perdido más de dos semanas de clases este 2025. “Los paros se han transformado en una triste realidad”, reprocha un alumno del centro de estudiantes, quien añade que esto “afecta directo a nuestros compañeros, en especial a los de 4º medio, que terminan el año un mes antes”.

Riesgo de exclusión

“Teniendo en cuenta el paro nacional del día de ayer (jueves), más de un millón de estudiantes (del sector público) han perdido al menos un día por paros en lo que va del año escolar”, dice María Teresa Romero, directora ejecutiva de Escuelas Abiertas. Según el registro que lleva la fundación, entre las regiones con mayor cantidad de alumnos afectados se encuentran la Metropolitana (345.949), Antofagasta (209.370) y Ñuble (142.164). Solo el jueves pasado, en el marco del paro nacional del Colegio de Profesores, más de 844 mil estudiantes estuvieron sin clases. “Las consecuencias de paralizar clases son gravísimas; no solo en que es difícil recuperar aprendizajes, sino que cada vez hay más desvinculación con los pares, con los profesores y eso puede llegar a excluirse del sistema”, añade la profesora. Y acota que “lo más preocupante es que la deserción escolar es de los factores de riesgo más importantes para entrar en la senda del crimen organizado, y luego es muy difícil recuperar esos estudiantes perdidos”.

En la misma línea, Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación de la U. del Desarrollo, afirma que las paralizaciones son “un fenómeno que interpela directamente la capacidad del Estado para garantizar condiciones mínimas de trabajo en las escuelas”, y agrega que “si bien las causas del paro son atendibles, debemos avanzar en soluciones que no sigan cargando el costo en los estudiantes. El derecho a la educación debe resguardarse de forma prioritaria”.