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El Mercurio | Mauricio Bravo se refiere a informe desarrollado por mesa técnica para modificar SAE

Una semana después de lo esperado —ya que se comprometió para marzo—, ayer el Ministerio de Educación (Mineduc) recibió el informe con recomendaciones para modificar el Sistema de Admisión Escolar (SAE), creado por la Ley de Inclusión en 2015.

El documento fue elaborado por una mesa de 12 representantes de universidades y centros de estudio que convocó la cartera en diciembre, quienes sesionaron durante el verano para proponer cambios que se hagan cargo de los problemas que ha evidenciado el modelo con los años, marcado sobre todo por el drama de estudiantes y sus familias que quedan sin colegio.

Reconocimiento a buenos estudiantes y sus familias

Alejandro Carrasco, decano de la Facultad de Educación de la U. Católica, destacó este punto: “Poder dar más espacio a los estudiantes prioritarios; conservar los criterios de prioridad existentes y añadir criterios de prioridad voluntarios, para que los establecimientos escolares que tengan determinados proyectos educativos puedan incorporar sus propios criterios después de los existentes. Ese es un punto muy importante”.

María Paz Arzola, coordinadora del Programa Social de Libertad y Desarrollo, coincidió con ese punto y valoró que “hay una mesa transversal reconociendo que el SAE tiene espacios de mejora, y que este informe puede ser un insumo para una discusión que va a permitir generar espacios para la discusión de principios que consideramos relevantes, como son el reconocimiento del buen rendimiento académico, no solo en los liceos de alta exigencia, sino que también de manera de hacer un reconocimiento a los estudiantes con buenos resultados y sus familias”.

Por otro lado, la investigadora hizo hincapié en “la posibilidad de que el sistema incorpore mecanismos para fortalecer la adhesión de las familias a los proyectos educativos, toda vez a que hoy el sistema es ciego”.

Mauricio Bravo, vicedecano de Educación de la U. del Desarrollo, destacó ambos aspectos, junto con que “este informe es un piso mínimo para la discusión parlamentaria. Ahora los parlamentarios pueden hacer una revisión más profunda de las propuestas”.