Un grupo de ocho futuros educadores y profesores UDD tuvieron la oportunidad de integrarse durante tres semanas al trabajo de las escuelas rurales Ciruelos de la comuna de Pichilemu, y Carmela Carvajal de Prat de la bahía de Concepción.
Por segundo año consecutivo, la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo organizó la Práctica Rural para estudiantes de 3er, 4to y 5to años de las carreras Pedagogía en Educación Básica mención Inglés y de Pedagogía en Educación de Párvulos.
“Las escuelas rurales corresponden al 30% de los establecimientos del sistema escolar nacional y al 7% de los estudiantes del país”, destaca la directora de Formación Práctica de Educación UDD, María Luisa Salazar. “Un docente que trabaja en una escuela rural se enfrenta a desafíos muy diversos, como la compleja conectividad geográfica de las escuelas, la falta de acceso a la tecnología y la evidente carencia de recursos pedagógicos pertinentes”, agrega.
Ignacia Azzari, estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación de Párvulos, realizó su práctica en la Escuela Ciruelos de Pichilemu y evalúa la experiencia como un proceso de aprendizaje profundo y enriquecedor: “pude darme cuenta de la relevancia del aprendizaje experiencial. Los niños logran desarrollarse en base a la creatividad, experiencia y manipulación, y poder utilizar el entorno natural, la simplicidad de éste, pudiendo encontrar en cada espacio, una oportunidad de aprendizaje”.
Por su parte, el estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación Básica con mención Inglés, José Gálvez, destacó que esta práctica le permitió “conocer una realidad distinta, entender otro contexto dentro de nuestro país, y de esta manera, ver cómo a través de nuestro trabajo como docentes podemos generar un cambio en las vidas de nuestros estudiantes”.
“Durante esta práctica me pude dar cuenta que no es necesario estructurarse en el esquema de pasar contenido, una guía y una evaluación”, explica Florencia Díaz, de tercer año de Pedagogía en Educación Básica con mención Inglés. “Aquí pude observar las distintas oportunidades que nos brinda el entorno y cómo los niños logran aprender mucho más a través de lo práctico”.
María José Chajtur, de cuarto año de Pedagogía en Educación de Párvulos, destaca el aprendizaje fuera de la sala de clases, “donde se pueden enriquecer distintas áreas del saber a través de la naturaleza, los niños se focalizan de manera más calmada, se sienten más libres y disfrutan de su entorno al mismo tiempo que aprenden”.
“Los profesores de acá están dispuestos a escucharnos y ayudarnos a poner en práctica nuestras ideas”, concluye Valentina Leal, estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación de Párvulos, quien agradece esta oportunidad, “espero poder volver a trabajar acá; la cantidad de población disminuye en los sectores rurales, por lo que están mucho más conscientes de su entorno, en cómo pueden utilizar sus recursos cercanos para el aprendizaje y para su comunidad”.