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Portal Educa | Mauricio Bravo sobre estudio de la Facultad enfocado en el panorama actual de la educación de párvulos

La medición busca saber, dónde trabajan las educadoras, sus condiciones laborales y los desafíos que enfrentan en el sistema educativo.

Desde el 2018 hasta el 2023 han desertado del sistema educativo 6.013 educadoras de párvulo que realizaban clases en este nivel de enseñanza.

Este fue uno de los principales resultados de la “Radiografía de las Educadoras de Párvulos en Chile”, la cual fue realizada por la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo.

Mauricio Bravo, vicedecano de la Facultad de Educación UDD considera que «la deserción laboral es un problema significativo en el sector de educación parvularia. Las educadoras que han abandonado han permanecido fuera del sistema al menos tres años, lo que disminuye las probabilidades de reintegro y afecta la continuidad de los procesos de enseñanza – aprendizaje”.

La Finalidad de este estudio fue entender la formación, movilidad y deserción de las parvularias. En este sentido, se destaca que entre 2018 y 2023, anualmente y en promedio se cambian 1.276 educadoras de párvulos de un colegio a otro.

“La rotación laboral es una preocupación creciente. La mayor movilidad se observa en establecimientos municipales. Este fenómeno indica posibles problemas de insatisfacción laboral y mejores oportunidades en otros lugares”, comenta Bravo.

Del total de educadoras de párvulos de la Región Metropolitana que se cambian de un colegio a otro, en promedio para el periodo 2018-2023, el 51% lo hace a un centro educativo ubicado en una comuna de menor vulnerabilidad social.

En este contexto, Bravo enfatiza que “este patrón sugiere que las condiciones socioeconómicas del entorno influyen en la elección de los lugares de trabajo, afectando la distribución efectiva de las educadoras de párvulos”.

“Es necesario implementar medidas que fortalezcan el apoyo a las educadoras de párvulos, mejoren sus condiciones de trabajo y proporcionen oportunidades de desarrollo profesional para asegurar una educación inicial de calidad”, concluye Bravo.

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