Señor Director:
Los resultados SIMCE que hemos conocido nos enfrentan a una dura realidad. Dentro de este complejo escenario, no obstante, es posible encontrar algunas luces.
En agosto de 2020, una publicación del Centro de Estudios del MINEDUC en conjunto con el Banco Mundial proyectaba que la pandemia provocaría una pérdida en los aprendizajes de un 95% en los estudiantes más vulnerables.
Sin embargo, estas proyecciones no fueron del todo ciertas.
Dentro de las razones que podrían explicar esto se encuentran la rápida capacidad que tuvieron los establecimientos para adaptarse al nuevo contexto, el foco que desde la política pública se puso en el mejoramiento de las escuelas de bajo desempeño -lo que explicaría el aumento en el puntaje SIMCE de estos establecimientos- y el interés de la sociedad por el fenómeno educativo, lo que se observó en el significativo aumento en los matriculados en las carreras de pedagogía este año.
Considerando lo anterior, debieran promoverse acciones desde la política pública para que los líderes escolares puedan acompañar a sus comunidades en la búsqueda de sus propias trayectorias de mejoramiento, potenciar el rol orientador del Sistema de Aseguramiento de la Calidad, relevando el rol de la Agencia de Calidad como ente estratégico en el apoyo a las escuelas y, por último, dar mayor protagonismo a las facultades de educación, visibilizando a través de ellas la importancia que tiene la educación para el desarrollo de nuestro país.
Armando Rojas Jara
Académico Facultad Educación UDD
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