Se terminaron las vacaciones escolares.
Cerca de 3,5 millones de estudiantes comienzan a regresar a clases esta semana, de acuerdo con el cronograma del Ministerio de Educación.
En la antesala de retomar las actividades, la Facultad de Educación y Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo realizaron la encuesta “Los desafíos de la educación para 2023”, que les solicitó a padres y apoderados que marcaran las tres principales prioridades en las que ellos consideran que debe centrarse el sistema durante el año.
El cuestionario, efectuado entre el 21 y 22 de febrero, en las 16 regiones del país, tuvo los grupos focales divididos en sexo, grupo socioeconómico y dependencia (establecimiento municipal, de servicio local de educación pública, particular pagado o subvencionado).
Como primera prioridad, los padres y apoderados mencionaron “reducir la violencia escolar”, con 78%; seguida por “nivelar y mejorar los aprendizajes”, 69%, y “apoyar en aspectos socioemocionales”, 51% (ver infografía).
Hubo otras alternativas, como “avanzar hacia mayor inclusión” y “recuperar la asistencia a clases”, ambas con 24%.
Por último, opciones como “disminuir la deserción” y “fortalecer la educación sexual” marcaron 21%, y “recuperar los liceos emblemáticos”, 12%.
El análisis, con 1.134 casos y un margen de error del 2,9% al 95% de confianza, también abordó afirmaciones respecto de los profesores con varias opciones.
Entre ellas se destaca la afirmación: “Mi hijo se sintió motivado por sus profesores para aprender y adquirir nuevos conocimientos”, en la que un 39% estuvo “muy de acuerdo” y un 44%, “de acuerdo”.
Factores
Mauricio Bravo, académico de la Facultad de Educación de la UDD y autor del análisis, sostiene: “No nos sorprenden (los resultados). Es lo que más o menos teníamos como tesis inicial, respecto de cuáles son las principales preocupaciones que podrían tener los padres, apoderados y las familias. Y las tres primeras eran las que pensábamos que iban a aparecer; no sabíamos bien en qué orden, pero sí dentro de las primeras”.
Acerca de la prioridad con menos menciones (“recuperar los liceos emblemáticos”), afirma que tiene que ver con “la violencia escolar, con las constantes paralizaciones que ocurren con distintas marchas estudiantiles y porque han ido bajando sostenidamente la calidad de su educación, lo que se mide a través de distintas pruebas estandarizadas como la PAES”.
“Por un lado, los padres y apoderados quieren reducir la violencia escolar y, por otro, dicen que no les interesan tanto los liceos emblemáticos. Tiene que ver con esos tres factores de que no solo es violencia escolar, sino además la realidad de los establecimientos. Y con un tema más metodológico: son pocos los que tienen hijos en esos colegios en comparación con todo el sistema (…). Entonces, no les afecta directamente lo que ocurre ahí, a diferencia de lo otro, que son temas más transversales”.
Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, dice que “estos resultados no sorprenden.
Quizás al que sorprende es al Ministerio de Educación, porque lo que se observa es que las prioridades de los padres, mostradas en esta encuesta, no calzan con las que el ministerio ha intentado impulsar públicamente. Primero, vemos que la violencia escolar en todas las dependencias parece ser algo de altísima importancia, incluso en la particular pagada, donde es sobre el 60%”.
“Lo segundo es que todos priorizan —también casi sobre el 70%, consistentemente— la nivelación de aprendizajes (…). Lo que vemos es que el ministerio llegó un año tarde a tomar esta prioridad, y la toma a fines del año con el consejo que crea, pero lo hace de manera todavía muy parcial porque aún existe el solo discurso y ninguna medida. Y para terminar en esta fotografía de contradicción es que la educación sexual, si bien tiene un porcentaje no despreciable, no es una de las prioridades para los padres hoy día”, agrega.
María Teresa Romero, de Escuelas Abiertas, plantea que “los resultados son contundentes en demostrar qué es lo que más les preocupa a los encuestados”. Indica que, “por otro lado, queda claro que otro tema prioritario es la recuperación de aprendizajes. Los apoderados se dan cuenta del daño que causó el cierre de escuelas y no ven relevante fomentar la educación sexual, probablemente porque son las mismas familias quienes quieren ser las primeras en guiar a sus hijos en la afectividad y la sexualidad”.
Agrega que “es muy importante la valoración que dan los apoderados a los profesores. Eso demuestra el servicio y entrega hacia sus estudiantes”.
SONDEO
Contó con 1.134 casos, con un margen de error de 2,9% al 95% de confianza.