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Buenas Prácticas en mi Práctica- Camila Schuck

Camila Schuck Rey
Estudiante Pedagogía Educación Básica

En la comuna de Quilicura -a pasos de la población Parinacota- está el Colegio Juan Luis Undurraga, el cual elegí como mi primera opción a la hora de marcar las preferencias para realizar mi práctica profesional.

“La Fundación Belén Educa es una organización sin fines de lucro, que entrega educación de calidad en sectores vulnerables […] Profesores y asistentes, se movilizan día a día por la convicción de que la educación puede transformar la vida de un niño”.

¡No ha sido fácil! En un contexto tan distinto al que estamos acostumbrados en nuestro día a día, intentar enseñar cosas tan simples y triviales, muchas veces se convierte en un gran desafío. Me asignaron el 3ero básico C, compuesto por 40 alumnos, 40 niños, 40 historias y realidades muy distintas unas de otras pero que muchas tienen algo en común, no han sido fáciles. Al enfrentarme a mis alumnos por primera vez estaba nerviosa, ansiosa, con muchas ganas de poder entregar todo lo aprendido en la teoría, pero la realidad fue muy distinta. Luego del rezo de todas las mañanas, en el que reina la tranquilidad, comienza la vorágine. Niñas y niños de 9-10 años, gritándose a viva voz insultos racistas, amenazas de muerte, llegando constantemente a los golpes, todo esto en horario de clases. Los primeros días fueron muy frustrantes, llegué a pensar que nunca me ganaría el respeto de mis alumnos, incluso llegué a cuestionarme si había tomado la decisión correcta con mi elección, sin embargo, decidí seguir adelante.

Observando y conociendo a mis alumnos, me fui dando cuenta que muchos de ellos, de distintas formas, intentaban llamar la atención. Buscaban indirectamente cariño y afecto, me di cuenta que no bastaba con sacarlos de la sala y mandarlos a inspectoría. Fue así como poco a poco me di el tiempo de ir conociéndolos más, de entregarles el afecto que a gritos pedían, escondidos en una interrupción de la clase o en saltos y corridas a través de la sala. Ir un poco más allá de lo mecánico y lo formal, darle una reflexión a todos los conocimientos y estrategias entregados por mis profesores y aplicarlos en estos niños, para poder ganarme su respeto, a través de la confianza y el cariño.

Estos meses de práctica han sido infinitamente enriquecedores, agradezco día a día la oportunidad que me da la Universidad de vivir esta realidad. Agradezco el apoyo de mis profesores, tutoras, co-tutoras y a los profesores del Colegio Juan Luis Undurraga, que me han recibido y apoyado constantemente en este lindo proceso de formación, dándome el espacio necesario y a la vez guiándome para poder desarrollarme en este camino.

¡Hoy más que nunca confirmo mi vocación por esta gran carrera que elegí! Cada vez estoy más convencida de la gran labor y responsabilidad que tenemos como profesores, espero poder contagiar a todo el que lea este pequeño testimonio, y con esto aportar con granito de arena para lograr que: “se movilicen día a día, por la convicción de que la educación puede transformar la vida de un niño.”