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Actualidad

Alumnas de PEP visitan la Biblioteca de Santiago.

La actividad se desarrolló en el curso «Desarrollo de la lectura y escritura».
Narración de la actividad a cargo del Coordinador del área de Lenguaje, Claudio Pizarro.

Matucana 151

Nos juntamos en el metro Quinta Normal,  un sector de Santiago lleno de historia y con importantes espacios para la cultura. Ahí me encontré con una de las protagonistas de esta hazaña, la profesora Paula Yakuba, una reconocida docente e investigadora del desarrollo del lenguaje en la Educación de Párvulo y gestora de esta aventura.  Pasaron unos minutos y nuestras compañeras de ruta no aparecían, las largas escalinatas nos permitían tener una buena perspectiva de la llegada de las estudiantes, del curso “Desarrollo de la lectura y escritura” de la carrera de Pedagogía en Educación de Párvulos, pasaron unos minutos más cuando comenzamos a divisar los rostros conocidos, llegaban en grupos y comenzaban a  llamar a las demás compañeras. Paula, rigurosa como siempre, hizo el recuento y partimos rumbo a nuestro destino. Al cruzar la calle nos encontramos con una gran estructura, que no pasó desapercibida para nadie, el Museo de la Memoria, como yo lo he visitado, me permití  ser como un guía turístico y les recomendé que fueran, me sorprendió que un grupo de alumnas me dijo que les habían hablado de él y que lo visitarían ese mismo día. Seguimos la ruta, pasamos el colegio Salvador Sanfuentes, luego el hospital San Juan de Dios…Y, por fin llegamos a nuestro destino, la Biblioteca de Santiago, en Matucana 151, un maravilloso lugar, lejos de nuestros cerros en San Carlos de Apoquindo, pero lleno de magia impregnada en sus espacios y libros.
Ahí nos recibió, Lorena Moya educadora de Párvulos y encargada del área infantil de la biblioteca, quien nos comentó el sentido del espacio, las actividades que se realizan y las colecciones de literatura infantil que albergan sus estanterías. Luego de esto vino el trabajo, Paula se reunió con las estudiantes, para entregar las orientaciones prácticas de la actividad, invitándolas a explorar el espacio, en busca de los principios pedagógicos que sustentan una propuesta como esta. Una vez entregadas las instrucciones, nuestras alumnas comenzaron a ser niñas otra vez, a jugar con los personajes, rompecabezas, a fascinarse con las portadas y títulos de algunos libros como “El increíble niño come libros” de Oliver Jeffers o” La gran fábrica de las palabras” de Agnés de Lestrade y Valeria Docampo, a sentir la irresistible tentación de leer sus páginas, entrando a mundos de fantasía, magia y realidad ficcionada.

 Así transcurrieron las horas, explorando los espacios, anaqueles, la “guaguateca”, un espacio diseñado para los bebes. Paula como siempre optimizaba  el tiempo entre guiar a las estudiantes y conseguir nuevos títulos para compartir con sus alumnas e hijos y yo también que no pude dejar de tomar algunos libros y sumergirme en sus páginas, leí “Palabra de cocodrilo” de Iván Suárez, “Adivinanzas para antes de dormir de animales” de Silvia Dubonoy, entre otros.

Lo último que hicimos fue presenciar en la “guaguateca” un experiencia de narración oral para bebes, llegaron algunas madres con sus hijos para escuchar: “vamos a cazar a un oso” de Michael Rosen, narración conocida por nuestras estudiantes quienes niñas otra vez hacían el coro del cuento, sonriendo como todos los niños del lugar.

Claudio Pizarro Esquivel
Coordinador del área de Lenguaje